jueves, 2 de julio de 2009

Mesotelioma quístico peritoneal benigno como diagnóstico diferencial de tumor dependiente del ovario.Comunicación de un caso y revisión bibliográfica.

Caso clínico

Omar Felipe Dueñas García,* Hugo Kerckoff Villanueva,** Hugo Rico Olvera,* Josefina Lira Plascencia***

Ginecol Obstet Mex 2007;75:111-4
Nivel de evidencia: III

Resumen

El mesotelioma quístico benigno es una lesión poco común del peritoneo que aparece en mujeres en edad reproductiva. Se reporta el
caso de una paciente perimenopáusica, multitratada por síntomas urinarios y dolor pélvico crónico. Los hallazgos a la exploración física,
confirmados por ultrasonido, identificaron una masa pélvica dependiente del ovario derecho. Se realizó laparotomía exploradora protocolizada
y se encontró un mesotelioma quístico peritoneal. A pesar de la baja incidencia de este tipo de afección, el ginecólogo debe estar
familiarizado con dicho padecimiento, ya que tiene alta recurrencia. En la actualidad, la tipificación de receptores de hormonas corticoesteroides
parece tener una función importante en el control de la recurrencia de estas tumoraciones.
Palabras clave: mesotelioma quístico benigno, masa anexial, dolor pélvico crónico.

Abstract

Benign cystic mesothelioma is an uncommon lesion of the peritoneum, occurring predominantly in women of reproductive age. The present
case is a multitreated perimenopausal woman with lower urinary tract symptoms without clinical improvement despite the treatment, and
pelvic pain with physical findings and radiology studies of a probable ovarian mass dependant tumoration, requiring protocolized exploratory
laparotomy, finding a benign cystic mesothelioma. Despite the low incidence of this tumoration the gynecologist must be familiar with this
disease, because of the high recurrence. Nowadays, steroid hormone receptors typification seems to play an important role to control the
recurrence of this tumoration.
Key words: mesothelioma cystic, adnexal mass, chronic pelvic pain.

RÉSUMÉ

Le mésothéliome kystique bénin est une lésion peu commune du péritoine qui apparaît chez des femmes en âge reproductif. Ce cas
rapporte une patiente péri-ménopausique, multitraitée par des symptômes urinaires et douleur pelvienne chronique. Les découvertes lors
de l’examen physique, confirmés par l’ultrason, ont détecté une masse pelvienne dépendante de l’ovaire droit. On a fait une laparotomie
exploratrice protocolaire et on a trouvé un mésothéliome kystique péritonéal. Malgré la basse incidence de ce type d’affection, le gynécologue
doit être familiarisé avec cette souffrance, puisqu’elle a une haute récurrence. Actuellement, la typification de récepteurs d’hormones
corticostéroïdes semble avoir une fonction importante dans le contrôle de récurrence de ces tuméfactions.
Mots-clé : mésothéliome kystique bénin, masse annexe, douleur pelvienne chronique.

Resumo

O mesotelioma cístico benigno é uma lesão pouco comum do peritoneo que aparece em mulheres em idade reprodutiva. O presente caso
reporta uma paciente perimenopáusica, multitratada por síntomas urinários e dor pélvica crónica. Os descobrimentos depois da sondagem
física, confirmados pelo ultrasom, detectaram uma massa pélvica dependente do ovário direito. Realizou-se uma laparotomia exploratória
protocolizada e se encontrou um mesotelioma cístico peritoneal. Embora a baixa incidência deste tipo de efecção, o ginecologista
deve estar familiarizado com tal padecimento, pois apresenta uma alta recurrência. Atualmente, a tipificação de receitores de hormônios
corticoesteróides parecem ter função importante no controle da recurrência destas tumorações.
Palavras chave: mesotelioma cístico benigno, massa anexial, dor pélvica crônica.

* Residente de la especialidad de ginecología y obstetricia del
Instituto Nacional de Perinatología.
** Médico ginecoobstetra egresado del Hospital de la Mujer.
Práctica privada.
*** Médico adscrito al Departamento de Ginecología del Instituto
Nacional de Perinatología.
Correspondencia: Dr. Omar Felipe Dueñas García. Departamento
de Ginecología, Instituto Nacional de Perinatología, Montes Urales
800, colonia Lomas Virreyes, CP 11000, México, DF.
E-mail: dugof1@yahoo.com.mx
Recibido: diciembre, 2006. Aceptado: diciembre, 2006.
Este artículo debe citarse como: Dueñas García OF, Kerckoff Villanueva
H, Rico Olvera H, Lira Plascencia J. Mesotelioma quístico
peritoneal benigno como diagnóstico diferencial de tumor dependiente
de ovario. Comunicación de un caso y revisión bibliográfica.
Ginecol Obstet Mex 2007;75:111-4.

El mesotelioma quístico benigno también es conocido
como: mesotelioma multiquístico peritoneal,
mesotelioma multiquístico o quiste peritoneal de
inclusión multiquístico. Es una tumoración poco común
dependiente del peritoneo. Se distingue por quistes
multiloculados de paredes delgadas; produce síntomas
de masa en el abdomen o en la pelvis con elevada tasa
de recurrencia después de su resección.1,2
En 1889, Henke hizo la primera descripción de la
enfermedad a la cual denominó “tumor quístico múltiple
parecido a un linfagioma”.3 En los siguientes 100
años se describieron casos similares, pero en 1979 se
demostró el origen mesotelial de esta lesión. En 1980
Moore propuso el término de “mesotelioma quístico
benigno” y a partir de entonces se han comunicado
cerca de 200 casos en todo el mundo. Sus características
son una lesión quística localizada en la pelvis y la
edad promedio, al diagnóstico, es de 35 años.4
Con frecuencia se tienen antecedentes de cirugía
previa, endometriosis o enfermedad pélvica
inflamatoria. Suele manifestarse con dolor pélvico,
como masa y es un hallazgo clínico durante la laparotomía.
El tratamiento inicial es la extirpación
quirúrgica, aunque muestra marcada recurrencia local.
El principal diagnóstico diferencial se establece
con linfagioma quístico. Se reporta el caso clínico de
una mujer de 53 años de edad; se le diagnosticó una
masa anexial derecha y en la intervención quirúrgica
se encontró un mesotelioma quístico benigno (corroborado
por el departamento de patología).



Comunicación DEL CASO

Paciente femenina de 53 años de edad, con antecedentes
de diabetes mellitus, hipertensión arterial y
depresión mayor (tres años de evolución); tabaquismo
durante tres años. Como antecedentes ginecoobstétricos
tuvo seis embarazos, cinco partos y un aborto;
menarquia a los 11 años, ritmo 28x5, dismenorrea
incapacitante; inicio de la vida sexual a los 18 años,
con dos parejas. En el año 2001 fue normal la citología
exfoliativa. Método de planificación familiar: oclusión
tubaria bilateral. La paciente inició con cuadro clínico
con polaquiuria y tenesmo vesical, acudió a la medicina
alternativa y se le diagnosticó litiasis renal bilateral.
Se prescribieron líquidos y antiespasmódicos sin
referir mejoría después de tres meses de tratamiento.
Al cuadro clínico previo se agregó dolor tipo cólico
esporádico, no incapacitante, en la fosa ilíaca derecha
sin irradiaciones, que mejoró con la administración
de analgésicos no esteroides. Acudió con el médico
alópata, cuyo diagnóstico fue infección de las vías
urinarias de repetición; inició tratamiento de forma
empírica con múltiples antimicrobianos (sulfametozaxol/
trimeptoprima, ciprofloxacina y amoxacilina)
sin respuesta satisfactoria. A la exploración física,
de forma relevante, se encontró obesidad (índice de
masa corporal 37.2), abdomen sin masas palpables,
aparentemente, y Giordano bilateral negativo; en la
exploración vaginal se encontró una masa en fondo de
saco del lado derecho, móvil y de consistencia blanda
que provocó ligero dolor a la movilización. En los
estudios paraclínicos se encontró citología exfoliativa
negativa a malignidad. Glucosa 94 mg/dL, urea 26
mg/dL, creatinina 0.8 mg/dL, ácido úrico 6.6 mg/dL,
colesterol 176 mg/dL, hemoglobina 14.4, plaquetas de
236 millones/mm3, leucopenia 3,800 mm3. Urocultivo
sin crecimiento bacteriano, examen general de orina sin
alteraciones, pruebas de coagulación dentro de límites
normales. La urografía excretora no reportó datos de
lesión estructural. El ultrasonido pélvico, con imagen
de “masa” lobulada de localización abdominopélvica
de predominio derecho con patrón mixto, mostró apariencia
septada con zonas densas en su interior, quizás
dependiente del anexo derecho (figura 1).
Se solicitaron marcadores tumorales Ca-125 (98), antígeno
carcinoembrionario (3 ng/dL) y á-fetoproteína
Mesotelioma quístico peritoneal benigno
(6 ng/dL). Se programó una laparotomía exploradora
protocolizada para descartar la tumoración maligna
dependiente del ovario; durante ésta se identificó
una tumoración nodular de aproximadamente 10 x 8
cm, de superficie lisa, blanco nacarada y consistencia
semisólida dependiente del peritoneo parietal y vesical;
el útero, los ovarios y los anexos estuvieron en los
límites normales (figura 2). Se escindió la tumoración
y se envió al laboratorio de patología para el estudio
transoperatorio, cuyo reporte demostró quiste de
características benignas (figura 3).
nacarado, uniloculado de paredes delgadas, septos
de tejido conectivo con placas blanco amarillentas
y consistencia dura. Con la tinción de hematoxilina
y eosina se detectó la pared quística constituida por
células de epitelio cúbico simple y otras áreas con
epitelio estratificado, focos de calcificación distrófica
e infiltrado inflamatorio crónico. El diagnóstico final
fue de mesotelioma quístico peritoneal.

DISCUSIÓN

El mesotelioma peritoneal o quiste mesentérico es un
tumor intraabdominal. Su incidencia es de 1:100,000
casos y sólo 140 casos reportados en la bibliografía.
La mayor parte de los casos diagnosticados durante
el periodo transoperatorio (por hallazgo histopatológicos)
son asintomáticos.5
Con frecuencia existen antecedentes de alguna
cirugía abdominal previa, traumatismo, infección,
leiomiomatosis peritoneal diseminada o endometriosis;
sin embargo, la paciente referida en este caso
no tenía ninguno de éstos. El aumento del antígeno
Ca-125, aunado al antecedente de dismenorrea incapacitante,
orienta hacia endometriosis. No obstante,
durante la laparotomía no coexistían focos aparentes
de esta afección, aunque debe recordarse que el diagnóstico
se hace por laparoscopia y se corrobora por
histología.6
El diagnóstico diferencial implica varias enfermedades
de naturaleza benigna y maligna. Las de




Figura 1. La ultrasonografía muestra la tumoración retrovesical,
correspondiente al mesotelioma quístico benigno.





Figura 2. Se muestran dependencias peritoneales parietales y





Figura 3. Mesotelioma quístico benigno escindido.

vesicales del mesotelioma.
El reporte histopatológico final senaló un espécimen
nodular con peso de 125 mg, de 10 x 6 x 3 cm, superficie
lisa, blanco grisácea, de consistencia media; al corte se
observó salida de material mucinoso de color blanco
origen benigno se relacionan con linfagioma quístico,
formas quísticas de endosalpingitis, endometriosis,
quistes müllerianos, tumores quísticos adenomatosos
y remanentes quísticos del conducto mesonéfrico. Las
lesiones malignas que pueden semejar un mesotelioma
quístico benigno son: variantes malignas de este
mismo tipo, tumores serosos que afectan el peritoneo
y neoplasias dependientes del ovario.1,7
Los mesoteliomas quísticos benignos se reportaron
inicialmente con base en su análisis estructural, pero
la patogénesis de este padecimiento es controversial.
Algunos autores señalan que son lesiones neoplásicas;
otros argumentan que solamente se trata de un proceso
reactivo. Se tienen reportes que demuestran la
transformación maligna de un mesotelioma quístico
benigno, lo cual parece sustentar la teoría neoplásica.
1,8
Este padecimiento tiene alta recurrencia y a pesar de
que el tratamiento definitivo es la exéresis del quiste,
en la actualidad la prescripción de agentes esclerosantes,
como tetraciclina, cisplatino y peritoneonectomía
más quimioterapia, es controvertida, pero eficaz.9
La detección de receptores de estrógeno y de progesterona,
en la superficie del tumor, parece ser la
clave; por lo tanto, el futuro tratamiento de esta enfermedad
se sustenta en determinar si el tumor tiene
expresión hormonal y administrar el medicamento
bloqueador adecuado para cada caso.1
El pronóstico de los pacientes con mesotelioma
quístico benigno, a pesar de sus recidivas, es superior
al del tipo maligno, cuya supervivencia se estima de
siete a doce meses posteriores al diagnóstico final. El
ginecoobstetra debe estar familiarizado con este tipo
de padecimientos (a pesar de su baja incidencia se
puede manifestar como hallazgo transquirúrgico),
tenerlo en consideración como diagnóstico diferencial
y conocer su tratamiento. La cirugía citorreductiva y la
determinación por inmunohistoquímica de receptores
hormonales en el tumor ofrecen a la paciente un mejor
tratamiento.

Referencias

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mesothelioma of the peritoneum: a clinicopathologic study of
17 cases and immunohistochemical analyses of estrogen and
progesterone receptor status. Hum Pathol 2003;34:369-74.
2. Ross MJ, Welch WR, Scully RE. Multilocular peritoneal
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1989;64:1336-46.
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8. González-Moreno S, Yan H, Alcorn KW, Sugarbaker PH.
Malignant transformation of “benign” cystic mesothelioma of
the peritoneum. J Surg Oncol 2002;79:243-51.
9. Sugarbaker PH, Caprino P, Sebbag G, et al. Successful treatment
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procedures and intraperitoneal chemotherapy. Surg Rounds
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